domingo, 5 de marzo de 2006

Parkinson, dopamina y tartamudez.

La tartamudez puede mejorar o empeorar dependiendo de los tratamientos farmacológicos que empleemos para tratar las enfermedades que pueden acompañar a la persona tartamuda.

Se dan casos tan dramáticos como los pacientes con enfermedad de Parkinson y a la vez con tartamudez. El tratamiento de su Parkinson, a base de dopamina mejoraban espectacularmente la sintomatología de esta enfermedad, sin embargo empeoraba de manera importante su tartamudez. Al dejar el tratamiento con dopamina mejoraban de su tartamudez, pero la sintomatología de su enfermedad de Parkinson, empeoraba hasta hacerse invalidante.

Otro interesante trabajo que relaciona la enfermedad de Parkinson y su tratamiento para la tartamudez fue el que se publicó en 2001 en el que evaluaron las consecuencias del tratamiento en la enfermedad de Parkinson de 12 pacientes que en su niñez habían padecido tartamudez. La dopamina administrada hizo que estos sujetos, que habían superado su tartamudez, volvieran a padecerla.

Se han realizado otros trabajos en los que se evaluaba el tratamiento con dopamina en sujetos adultos tartamudos, en los que se vio que la fluidez del habla de estos sujetos empeoraba si se les administraba el tratamiento para la enfermedad de Parkinson.

Esta claro que la dopamina no nos viene bien, de ahí que los antidopaminérgicos hayan sido los tratamientos más efectivos en el tratamiento farmacológico de la tartamudez. Es curioso que una tartamudez superada en la infancia, pueda emerger en la edad adulta si se administra dopamina….