viernes, 15 de junio de 2012

TARTAMUDEZ. ESTUDIO EN HERMANOS GEMELOS

Rómulo y Remo

   
Rautakoski P., Hannus T., Simberg S., Sandnabba N.K., Santtila P. Han publicado un trabajo titulado “Genetic and environmental effects on stuttering: A twin study from Finland.” (J Fluency Disord. 2012 Sep;37(3):202-10. Epub 2012 Feb 28.)

En este trabajo se estudia la prevalencia de tartamudez en hermanos gemelos de Finlandia y se trata de evaluar la carga de responsabilidad en la etiología de la tartamudez, o sea, la atribuible a efectos genéticos o a influencias ambientales. 

Se analizaron los datos de 1728 gemelos finlandeses, nacidos entre 1961 y 1989. A los participantes se les pidió que completaran un cuestionario sobre habla, lenguaje y voz. En dos de las preguntas se les pedía información sobre la presentación de tartamudez (propia y la de su hermano). Según los resultados, el 2,3% (52) de los participantes tartamudeaba desde la infancia y el 28,8% de ellos (15) seguían tartamudeando en la edad adulta.

Para la tartamudez infantil, la correlación fue mayor en los pares monocigóticos (misma carga genética. r = .74) que para los pares dicigóticos (distinta carga genética.. r =.27).

Mediante estudios estadísticos se llega a la conclusión de que el 82%  de los casos  es atribuible a problemas genéticos. En este trabajo se concluye afirmando que los resultados del presente estudio confirman los hallazgos en estudios previos.

El trabajo no aporta nada que no se supiese, pero confirma que la genética tiene un papel preponderante en la etiología de la tartamudez, dejando en un segundo plano los factores ambientales como causa de la misma. Los tartamudos debemos tener esto muy en cuenta ya que existen muchos tratamientos que tratan de "curar" la tartamudez utilizando métodos que van, claramente, en el sentido equivocado.

domingo, 11 de diciembre de 2011

CLAUDICACIÓN DE PAGOCLONE EN TARTAMUDEZ

Molécula de Pagoclone


He leído en el blog “Stutter-mind-body” que Endo, el laboratorio que pretendía comercializar Pagoclone, si la FDA (agencia americana del medicamento) aprobaba su uso en tartamudez y responsable del estudio clínico, que tantas esperanzas suscitaba entre los tartamudos, ha decidido abandonar la investigación, sobre dicho fármaco en tartamudez.

Maguire, tartamudo, psiquiatra y uno de los investigadores implicados en el proyecto de Endo, dice más o menos lo siguiente en "Stutter-Mind-Body":


Me gustaría que sus lectores sepan que Endo Pharmaceuticals ha decidido centrarse en la urología y en los tratamientos del manejo del dolor y no continuar con el programa de investigación con Pagoclone en tartamudez. Nuestra universidad va a empezar un nuevo ensayo farmacéutico con Asenapina en la tartamudez en las próximas semanas. Somos afortunados de que Merck haya financiado este importante ensayo clínico a doble ciego en tartamudez. El mecanismo de Asenapina, al ser un antagonista de la dopamina, estaría más en consonancia con los mecanismos fisiopatológicos de la tartamudez que el agonista parcial alfa GABA, Pagoclone.”


Con esta noticia la tartamudez vuelve, una vez más, a erigirse en triunfadora. La tartamudez es bastante hábil en desmantelar tratamientos de todo tipo, así que, de momento, nos tendremos que quedar con lo que, a mi juicio, es la terapia más eficaz: la aceptación, plantarle cara a la tartamudez, no avergonzarse de ella, no tener miedo, exponerla públicamente y dignificarla ante la sociedad.

Como decía Van Riper: "Si el tartamudo evade su tartamudez o lucha contra ella, continuará tartamudeando el resto de su vida"



miércoles, 28 de septiembre de 2011

El tartamudo: ¿nace, se hace o lo hacemos?

Con la aparición de las técnicas de imagen que permiten visualizar el funcionamiento de nuestro sistema nervioso mientras realiza diferentes funciones, se ha demostrado que el cerebro de las personas adultas que padecen de tartamudez tienen diferencias con las personas normofluídas en cuanto al funcionamiento de las áreas cerebrales que elaboran y activan el proceso comunicativo. Desde que en el año 1995 Wu y colaboradores y posteriormente Fox con su equipo en 1996, realizaran el primer trabajo con PET (Tomografía por Emisión de Positrones) en personas con tartamudez, se sabe que existe una hiperactividad en el hemisferio derecho, mientras que en el hemisferio izquierdo se comprobaba un déficit en el sistema auditivo. La zona que controla los movimientos implicados en el mecanismo del habla se activa, en los tartamudos, en el hemisferio derecho, no en el izquierdo, como en los normofluidos. Nuestra corteza auditiva (la de los tartamudos) no hace casi ninguna comprobación del habla y aumentamos nuestra actividad en el área motora. Además, las zonas motoras del cerebelo de los tartamudos duplican su actividad. También encontraron un lugar en la corteza premotora que habitualmente está inactiva en el proceso del habla y que en los tartamudos tiene una gran actividad. Puede ser que esto esté relacionado con la coordinación de movimientos. Posteriores estudios, algunos de ellos señalados en este mismo blog han demostrado diferencias funcionales y estructurales en el cerebro de los tartamudos comparándolos con cerebros de personas sin tartamudez.

Muchos terapeutas (sobre todo los relacionados con el campo de la psicología) tratan de explicar estas diferencias afirmando que las diferencias funcionales encontradas, eran consecuencia de muchos años de tartamudez y que probablemente no se encontrarían estas diferencias en niños tartamudos.

Para ver si existe esta lateralización en niños en edad preescolar, los japoneses Yutaka Sato, Koichi Mori, Toshizo Koizumi, Yasuyo Minagawa-Kawai, Akihiro Tanaka, Emi Ozaw, Yoko Wakaba y Reiko Mazuka, han publicado en la revista “Frontiers in pschology” un trabajo tituladoFunctional lateralization of speech processing in adults and children who stutter”, en el cual realizaron mediciones, mediante espectroscopia por infrarrojo cercano (NIRS) en 10 adultos, 7 niños (entre los 6 y 12 años) y otros 6 niños (con edades comprendidas entre los 3 y 5 años) con tartamudez, todos japoneses, diestros y sin historia previa de problemas auditivos. Los datos obtenidos fueron comparados con los resultados obtenidos en estudios previos con personas sin tartamudez (10 adultos (rango de edad entre 20 y 32 años), 10 niños en edad escolar (con edades entre los 6 y 10 años) y 8 niños en edad preescolar (con un rango de edad de 3-5 años).

Estos investigadores, mediante los cambios aparecidos en las concentraciones de hemoglobina, en ciertas áreas cerebrales, demuestran que en los datos del análisis todos los grupos de control presentaron diferencias, confirmando que en las personas con tartamudez de cualquier edad (incluyendo los niños en edad preescolar) existe una lateralización auditiva anormal, lo cual significa que la funcionalidad cerebral de las personas con tartamudez está alterada desde que ésta comienza, en lugar de ser una consecuencia de tartamudear durante muchos años.

El trabajo, a mi modo de ver, desvela lo que muchos suponíamos. En el año 2002, asistí, junto a mi amigo Pablo Ibáñez, al Congreso Internacional de Foniatría, celebrado en Salamanca. Allí, en un turno de preguntas, los asistentes se interesaron por preguntarnos, tanto a Pablo como a mi mismo, sobre diversos aspectos de la tartamudez. Una de las preguntas, inteligente pregunta, era:
- El tartamudo: ¿nace, se hace o lo hacemos?
Gracias a este trabajo tenemos evidencias de que las alteraciones que presenta el cerebro de los tartamudos no son secuelas de problemas emocionales, sociales, psicológicos, etc. Si no que responden a alteraciones estructurales, con una base genética.
La tartamudez no sería consecuencia de problemas psicológicos o sociales, sino que es causa de los mismos.

viernes, 10 de junio de 2011

Tres tartamudos tratados con Asenapina



Hace unas semanas publique unos comentarios sobre los nuevos antidopaminérgicos que Maguire está usando en el tratamiento de la tartamudez. Hoy mismo leo en “The American journal of psychiatry” (Am J Psychiatry. 2011 Jun;168(6):651-2.) un trabajo firmado por el mismo Maguire donde relata tres casos de pacientes con tartamudez que han sido tratados con este nuevo antidopaminérgico. Se trata de tres varones de 19, 20 y 45 años que son tratados con Asenapina, a dosis de entre 5 y 10 mgr al día.

Los resultados fueron evaluados mediante el “Clinical Global Impressions (CGI-I)”. Los resultados de dicha evaluación demuestran que la mejoría en la fluidez verbal medida en estos pacientes oscila entre el 60 y el 75%.

Las investigaciones de fármacos en tartamudez, casi siempre se reducen al estudio de unos pocos casos. Para la aprobación del uso de un fármaco, en una indicación concreta, se necesitan investigaciones serias que demuestren (casi siempre frente a placebos) que hay un beneficio que estadísticamente es significativo.

Espero que pequeñas reseñas como ésta hagan ver a los laboratorios responsables el “mercado potencial” (la tartamudez tiene una prevalencia del 1% de la población mundial) que existe, para que se animen a invertir.

Asenapina ha sido aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) de la Unión Europea el 1 de septiembre de 2010 para el tratamiento en adultos de los episodios maníacos de moderados a graves asociados al trastorno bipolar y los laboratorios Lundbeck y MSD han firmado un acuerdo de comercialización.


miércoles, 25 de mayo de 2011

PREMIOS PRINCIPE DE ASTURIAS, NEURONAS ESPEJO Y TARTAMUDEZ

Giacomo Rizzolatti

Es sabido que los tartamudos no tartamudeamos cuando leemos, hablamos, recitamos o rezamos al unísono con otras personas. El funcionamiento de los mecanismos electrónicos que se usan en el tratamiento paliativo de la tartamudez se basa en esta, otra vez paradójica, sintomatología de la tartamudez.

Los expertos explican este comportamiento como una activación de las “neuronas espejo”

Hoy leo en el Diario Médico lo siguiente:

[...Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti han merecido el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, fallado en Oviedo, por sus aportaciones en el campo de la neurogénesis y el descubrimiento de las neuronas espejo”…….. Respecto a Giacomo Rizzolatti el jurado se ha fijado en el descubrimiento de las neuronas espejo, que se activan no sólo durante la ejecución de una acción, sino también durante la observación de ésta, y que proporcionan un marco adecuado para la comprensión de los mecanismos subyacentes a la empatía emocional, imitación, comunicación y nuestro comportamiento social..]

Entendemos por neuronas espejo a aquellas que se activan cuando una persona está realizando la misma actividad que observa en otro individuo, especialmente de su misma especie. Estas neuronas se han identificado en los seres humanos en el área de Broca, que como ya se ha dicho en otros comentarios es la zona del cerebro encargada del habla.

Este reconocimiento puede ser un estímulo para que los investigadores analicen su funcionamiento en las personas con tartamudez que, al igual que en otras enfermedades, podremos vernos beneficiados del desarrollo de esta línea de investigación.


martes, 19 de abril de 2011

PRONÓSTICO DE LA TARTAMUDEZ. SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD

Francisco de Goya y Lucientes: sanos y enfermos


Existen evidencias de que la tartamudez en los niños es recuperable en el 80% de los mismos. El 20% del total de esos niños no se recuperará de su tartamudez e irán a formar parte de la legión de tartamudos adultos que conformamos, aproximadamente, el 1% de la población mundial.


Se ha realizado un trabajo (Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics: April 2011 - Volume 32 - Issue 3 - pp 196-205) donde tratan de predecir qué niños se recuperarán de su tartamudez y en cuales persistirá en la edad adulta. Los autores del trabajo (Howell, Peter; Davis, Stephen) realizaron un estudio longitudinal con 222 niños con tartamudez, los cuales fueron seguidos desde los 8 años hasta la adolescencia, para lo cual evaluaron ciertos parámetros: presencia de lesiones neurológicas, edad de inicio de la tartamudez, antecedentes familiares de tartamudez, hemisferio dominante, el uso de varias lenguas, sexo y gravedad de la tartamudez, evaluada mediante "Stuttering Severity Instrument Version 3. La información se obtuvo en torno a la edad de 8 años por entrevista, a excepción de la estimación de la gravedad, la cual se obtuvo mediante el análisis de grabaciones y las observaciones de síntomas asociados a la tartamudez.


Los autores concluyen, en los resultados, que el único parámetro predictor de la persistencia o de la recuperación de la tartamudez, fue la gravedad de la misma en torno a la edad de 8 años. Ninguno de los demás parámetros evaluados fue significativo. La sensibilidad del elemento evaluador fue del 76,3% y la especificidad del mismo fue del 72,2%.


En medicina entendemos por sensibilidad la probabilidad de clasificar correctamente a un individuo como enfermo, en este caso el clasificar la tartamudez de un niño de 8 años como posiblemente persistente con una probabilidad del 76,3%. La especificidad es la probabilidad de clasificar correctamente a un individuo sano, en el trabajo que nos ocupa se podría predecir con una probabilidad del 72,2%, los niños que se recuperarían de su tartamudez.


Una de las consultas más habituales que realizan los padres de los niños con tartamudez y una duda que les atormenta especialmente, es saber si su hijo estará dentro del 80% de los casos de niños con tartamudez que se recuperarán. Este trabajo abre positivas perspectivas en este sentido.


viernes, 4 de febrero de 2011

PANDAS Y TARTAMUDEZ



Se ha publicado (Ann Clin Psychiatry. 2010 Nov;22(4):283-4) un pequeño trabajo, firmado por Maguire en el que se describe el caso de un niño de seis años que empezó a tartamudear después de un episodio de infección estreptocócica documentada.

Comenté el caso con el Dr. Blanco Joglar (pediatra, amigo, compañero y hombre sabio) el cual me informó de la más que posible relación de la tartamudez con lo que, cada vez con menos controversias, se conoce como PANDAS.

Dr. Juan Blanco Joglar

Se entiende por PANDAS (Pediatric Autoimmune Neuropsychiatric Disorders Associated with Streptococci) aquellas enfermedades pediátricas caracterizadas por la aparición de síntomas neurológicos como son: tics, movimientos involuntarios o trastornos psiquiátricos tipo obsesivos-compulsivos que resultan de una respuesta autoinmune a la infección estreptocócica. En la causa de estas afecciones neurológicas (aunque hoy en día aun hay controversias), existe una predisposición individual y se ha asociado a infecciones producidas por estreptococos betahemoliticos del grupo A, lo cual genera autoanticuerpos contra ciertas estructuras cerebrales. Este trastorno lo comunicaron hace más de 20 años Kondo y Kabasawa en un paciente japonés de 11 años, que presentó de forma súbita tics motores y vocales indistinguibles del síndrome de Tourette. Posteriormente se han realizado trabajos de los que se desprende que un 10% de los pacientes con tics o movimientos anormales pueden ser diagnosticados de PANDAS (ya que tuvieron una infección previa por estreptococo).

Sin embargo, no todos los pacientes que tuvieron una infección por estreptococo desarrollaron PANDAS, lo cual indujo a pensar que había algún factor individual que ayudaba al desarrollo de este tipo de enfermedades. Zabriskie y sus colaboradores, desarrollaron un panel de anticuerpos y llegaron a la conclusión de que los pacientes con Fiebre Reumática (enfermedad ocasionada por estreptococos) portaban un antígeno llamado D8/17 en un 30% de los linfocitos circulantes frente al 10% de los sujetos que no desarrollaron un fiebre reumática. Esto se ha relacionado con una predisposición genética a desarrollar este tipo de enfermedades. Mas tarde en otros estudios, se ha podido comprobar que los niños que desarrollan PANDAS, tienen, también un mayor porcentaje de D8/17 que los niños que no desarrollaban la enfermedad. También se ha demostrado en pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo y en Síndrome de Tourette la presencia de anticuerpos antineuronales en los ganglios basales.

La tartamudez en el caso que describe Maguire empezó un mes después de la aparición de la infección estreptocócica que no fue tratada con antibióticos por decisión de los padres. A los cinco meses el niño seguía tartamudeando y los títulos de antiestreptolisina seguían altos. Se trató con un antibiótico (Amoxicilina/Clavulánico) durante 10 días. A las dos semanas del tratamiento el niño dejó de tartamudear y seis meses después sigue sin hacerlo.

Viendo este caso, y aunque hasta la fecha no existían evidencias de que la tartamudez pudiera englobarse dentro de los “PANDAS”, es posible que así sea y que el intrincado puzzle que conforma la tartamudez (Van Riper), tenga una pieza más, bien colocada.

Fernando Cuesta Momblona

jueves, 13 de enero de 2011

LA IMPORTANCIA DE LA TARTAMUDEZ EN LA VIDA DEL TARTAMUDO. "EL DISCURSO DEL REY"


Ayer fui al cine.

La película, “El discurso del rey” trata sobre la relación que entablaron el rey Jorge VI de Inglaterra (tartamudo) y su terapeuta del habla Lionel Logue.

La película es magnífica. El ritmo, la música, la interpretación, el doblaje, la dirección, el montaje…prácticamente perfecta. Cualquier espectador que la haya visto creo que coincidirá conmigo, de hecho es una de las favoritas para los premios Oscar de este año.

Como tartamudo, la película adquiere un sentido que trasciende al puramente cinematográfico. Cuando me he encontrado en una sala de cine y aparece un personaje que padece tartamudez, SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE, he tenido unas sensaciones muy negativas. Disgusto, rabia, vergüenza, frustración e impotencia, son algunos de los sentimientos que me generan, amén de querer desaparecer debajo de la butaca, al ver que un problema, que nos afecta a muchos millones de seres humanos, es tratado indigna e injustamente.

Destacaría de la película, aparte de su calidad, el buen tratamiento que hace de la tartamudez y de los tartamudos. Subrayaría la información que aporta sobre el papel tan importante que la tartamudez representa en la vida del que la padece. La tartamudez es un monstruo poderoso que se apodera de la mente del tartamudo, ocupa tanto espacio en su cerebro que todas las actividades que se realizan, incluyendo las profesionales, se ven afectadas en un grado altísimo por este problema. La película refleja, y es, a mi modo de ver, su mayor logro, la importancia que la tartamudez tiene en la vida del tartamudo. Tanto es así que en una situación dramática, crítica y especialmente triste, como es una declaración de guerra, prima (tanto en el propio rey como en su terapeuta, en sus familiares, gobierno de la nación, técnicos de la BBC, etc.), el que la tartamudez, ya conocida por todo el mundo, no interfiriese con el solemne momento de la declaración de guerra. Al rey Jorge VI le salió un discurso bastante fluido, el abatimiento que tendría que existir en el propio rey y en sus espectadores por tan doloroso mensaje, se convirtió en una gran algarabía por el correcto mensaje del rey. La tartamudez se convierte en el principal protagonista y su importancia supera a la de la guerra mundial y a la del imperio británico.

Viendo la película me he emocionado, he sentido como propias muchas de las experiencias que se cuentan, me ha maravillado que nuestro problema se haya tratado con dignidad y me he sorprendido de la correcta documentación de la película en este incomprendido problema de la tartamudez que incluso se llega a definir como un problema de comunicación y tratándolo como tal, no dando falsas expectativas y demostrando la ineficacia de los tratamientos al uso. Pero, sin duda, lo que más me ha impactado es el mensaje que lanza sobre la importancia de la tartamudez, como entidad nosológica y sus implicaciones sociales y psicológicas.

Espero, y así creo que va a suceder, que muchos de los espectadores cambien su visión sobre lo que creían acerca de la tartamudez y que esto repercuta en la sociedad, a la cual nos exponemos a diario, para que, a través del conocimiento, se muestre más justa con nuestra diferencia.


jueves, 25 de noviembre de 2010

PAGOCLONE, ASENAPINA, ILOPERIDONA...



Maguire, tartamudo y psiquiatra de la Universidad de California en EEUU, está muy implicado en el tratamiento farmacológico de la tartamudez. En este mismo blog me he referido varias veces a él como autor y encargado de conducir los trabajos relacionados con el Pagoclone. El mismo como tartamudo se trata con antidopaminérgicos.


Maguire ha dado a entender que los resultados del reciente estudio sobre Pagoclone no cumplen las expectativas previstas y declara que está ilusionado con otros posibles tratamientos farmacológicos, como pueden ser los nuevos antidopaminérgicos Asenapina e Iloperidona.


Molécula de Asenapina


Por una lado malas noticias sobre Pagoclone, aunque creo que lo más prudente es no adelantar acontecimientos y esperar a la publicación del trabajo. Por otro lado aparecen los nuevos antidopaminérgicos que, al tener menos efectos secundarios que los anteriores, pueden ser de ayuda en algunos tipos de tartamudez.


La tartamudez es un problema complejo que necesitará tratamientos complejos y muy individualizados. Posiblemente dentro de unos años y con el desarrollo de la genómica, se podrán adecuar fármacos a la carta, dependiendo del tipo de tartamudez y de tartamudo.


Al igual que el famoso dicho: "en medicina no hay enfermedades…hay enfermos". Me atrevo a decir que en el tema que nos atañe "no hay que tratar la tartamudez, hay que tratar al tartamudo."


Ana María Matute, premio Cervantes


Ana María Matute, escritora española, ha sido galardonada con el premio Miguel Cervantes de literatura, considerado como el galardón literario más importante en lengua castellana.

Esta magistral escritora fue tartamuda en su infancia. Su tartamudez le influyó para que, desde su aislamiento, empezase a leer y a escribir. La tartamudez a veces, tiene consecuencias buenas, al igual que Darwin o el mismo Cervantes, su trayectoria no habría sido la misma de no haber sido tartamudos.

En una reciente entrevista declara:

"en mi vida me he dedicado a escribir y lo sigo haciendo porque no sé hablar. Lo que me importa es ser feliz escribiendo y, a ser posible, hacer felices a los demás".

Desde esta página quiero dar mi más sincera enhorabuena a Ana María Matute por su premio y quiero mostrar públicamente mi agradecimiento por aportar, con sus manifestaciones y sinceridad, una gran dosis de dignidad a la tartamudez y a los tartamudos.



miércoles, 17 de noviembre de 2010

9th World Congress of People Who Stutter

ISA son las siglas de “International Stuttering Association”. Es una asociación internacional constituida principalmente por asociaciones nacionales de autoayuda para las personas que tartamudean. En el año 2001 tuve la ocasión de asistir en la ciudad de Gante al sexto congreso organizado por ISA. En aquel evento, los participantes de lengua española decidimos dar impulso a la Asociación Iberoamericana de tartamudez (TTM-IB), presidida por el Dr. Pedro Rodríguez y cuya vicepresidencia me honro en ostentar.


El congreso del próximo año se va a celebrar en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), entre el 17 y el 21 de mayo, su lema va a ser: “Aceptar e integrar para comprender”.


.

Hace unos días, Pablo, miembro de la AAT (Asociación Argentina de Tartamudez) me pidió que difundiera que dicho evento es, a la vez, el 2°Congreso Latinoamericano de Tartamudez. El mismo se realizará en el aula magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, la facultad más prestigiosa que existe en el país. La idea es contar con la mayor cantidad de asistentes, ya que, aunque el encuentro es para personas con tartamudez, también participarán especialistas de varios países.




lunes, 4 de octubre de 2010

Tartamudear sale caro


Pues sí, la tartamudez no es sólo un problema que nos dificulta en nuestro tránsito vital, impidiéndonos una comunicación adecuada, sino que también nos grava económicamente.

En el último número de la revista “Journal of fluency disorders” se publica un estudio firmado por Blumgart E, Tran Y, Craig A., de la unidad de rehabilitación de la “Sydney Medical School”, perteneciente a la Universidad de Sydney (Australia), en el que se analizan los costes financieros de la tartamudez. Para ello reclutaron a 200 personas con tartamudez y, haciendo sus cálculos, demuestran que en unos cinco años la media de gasto por tartamudo es de alrededor 5.500 dólares australianos de 2007-2008. El cambio de esta moneda a día de hoy es más o menos parecido al dólar estadounidense. Los principales elementos financieros que ocasionan estos gastos en un tartamudo serían los relacionados con los tratamientos, con los gastos de asistir a las reuniones de autoayuda, conferencias y con gastos tecnológicos.

En este estudio no se vio que el gasto realizado tenga que ver con el sexo del tartamudo o tartamuda, la edad o la severidad del tartamudeo.

Dato curioso: las personas con niveles elevados de ansiedad social gastaron menos que aquellos en que su ansiedad social era más baja.


martes, 6 de julio de 2010

National Stuttering Association,2010 Annual Conference (Research Symposium)


NSA son las siglas de “National Stuttering Association”. En estos días, concretamente entre el 7 y el 10 de julio celebra su XXVII congreso anual. El programa de este evento añade este año un simposio extraordinario sobre investigación en tartamudez, es el llamado “Research Symposium” que se celebrará el día 9 de julio y contará con la presencia de investigadores de prestigio en el campo de la tartamudez como son: Lucas De Nil, Gerard Maguire, Scott Yaruss, Marilyn Langevin y Dennis Drayna. Algunos trabajos de estos ponentes han sido comentados en las páginas de este blog. NSA comenta en el programa de su congreso que este simposio ha sido organizado para informar a los asistentes sobre la investigación en tartamudez, incidiendo en los resultados de tratamientos, neurofisiología, técnicas de imagen, etc.

El Dr. Maguire, que además de tartamudo es psiquiatra en la Universidad de California disertará el sábado día 10, sobre los nuevos tratamientos farmacológicos en tartamudez. Allí, seguramente se hablará de los resultados de la fase II-b del estudio de Pagoclone en tartamudez. Una de las empresas que coopera con este congreso es Teva, que como ya saben los lectores de este blog es la empresa que compró Pagoclone y la que ha financiado y realizado esta fase II-b en la que se pretende evaluar la eficacia de este fármaco, en el tratamiento farmacológico de la tartamudez.



viernes, 19 de febrero de 2010

La herencia de la tartamudez. Se identifican mutaciones genéticas




Son escasos, habitualmente, los trabajos relevantes sobre tartamudez en las revistas médicas. Más escasos son estos trabajos si nos ceñimos a revistas acreditadas e influyentes.


The New England Journal of Medicine es una de las publicaciones más prestigiosas, fiables y reconocidas dentro de la información médica. Sus artículos tienen, por lo general, una buena dosis de credibilidad, ciencia y empirismo. Esta revista publica en su número de 10 de febrero de 2010 un artículo que, a mi modo de ver, marcará un antes y un después en el conocimiento de la tartamudez. También dedica su editorial a este trabajo, lo cual sorprende, más hablando de tartamudez y más aún tratándose de esta reputada publicación. Todo esto avala la importancia de la investigación hecha por el Dr. Drayna y sus colaboradores, a la vez que pone a la tartamudez en el lugar que siempre debería haber tenido como entidad nosológica, sin ambages, sin vaguedades y ocupando el papel que le corresponde, dentro de la patología neurológica, lo cual siempre ha chocado con las reticencias de colectivos profesionales (...o quizá no tanto...), que se dedican al tratamiento de la tartamudez desde premisas y supuestos razonamientos más que dudosos.


Hasta ahora sabíamos que la genética jugaba un papel importante para tratar de explicar la etiología de la tartamudez. El mismo autor del trabajo que comento, publicó en 2005 un interesante estudio genético que fue reseñado en este mismo Blog el 6 de agosto de 2005, allí comentaba que habían sido estudiadas 44 familias de Pakistán con un alto grado de consanguinidad entre ellas, debido al alto índice de endogamia que se da en la región donde se hizo el estudio (Lahore). En todas las familias aparecía tartamudez en muchos de sus miembros. De este trabajo se deducía que era bastante evidente que se asociaba la tartamudez a alteraciones en el cromosoma 12.


En este nuevo estudio de Drayna y sus colaboradores, se llega a la conclusión de que la tartamudez persistente, al menos en un subgrupo de los sujetos afectados, puede estar relacionada con trastornos en una vía metabólica. Esta vez, las investigaciones se centraron en la familia PKST72 (46 sujetos relacionados con los sujetos estudiados en 2005) y otras 77 personas de Pakistán tartamudas, no relacionadas con la familia PKST72, así como 270 tartamudos y tartamudas, sin relación con los anteriores y provenientes de los Estados Unidos e Inglaterra. Este último grupo fue reclutado a través de una convocatoria pública y los participantes tuvieron que cumplir los siguientes criterios de selección: 8 años de edad o mayores; tartamudez duración de 6 meses o más, evidencia de una historia familiar de tartamudez y discurso caracterizado por más de un 4% disfluencias tipo tartamudez, medida con el SSI-3. Los niños pequeños, en los que la recuperación de la tartamudez es común, fueron excluidos del estudio; también se excluyeron los sujetos que informaron de síntomas neurológicos o psiquiátricos.


En estos sujetos llevaron a cabo una búsqueda de mutaciones de 45 genes, identificando mutaciones en la N-acetilglucosamina-1-fosfato-transferasa (G3598A) en el gen GNPTAB, que codifica las subunidades alfa y beta de GlcNAc-fosfotransferasa (GNPT) y que sustituye la lisina en residuos de ácido glutámico. En resumen, se detectaron mutaciones en los genes GNPTAB, GNPTG y NAGPA en 25 de los 786 cromosomas de los sujetos caso en comparación con 4 de 744 cromosomas de los sujetos control (chi-cuadrado =1 2,476, y p = 0,0004), lo cual es estadísticamente significativo. Los investigadores estiman que las tres variantes de genes representan el 9 por ciento de todos los casos de tartamudez y están buscando otras evidencias que ellos creen que podrían justificar el origen genético de la tartamudez de entre el 50% y 70% de los casos.

Estas mutaciones (en los genes GNPTAB y GNPTG), curiosamente, aparecen en patologías hereditarias conocidas con el nombre de enfermedades por depósito lisosomal que, aunque son raras, pues afectan a 1 de cada 7000-8000 nacidos, son las responsables de importantes alteraciones en el metabolismo celular, perturbando el funcionamiento de unos orgánulos celulares llamados lisosomas y que en condiciones normales se encargan de digerir, reciclar los componentes celulares y reparar las membranas celulares, para lo cual emplean enzimas específicas y calcio. Las enzimas de los lisosomas son glucoproteínas que llegan al lisosoma después se complejos mecanismos bioquímicos, dentro de los cuales destaca el llamado “ligando de manosa-6-fosfato”, cuyas siglas son M6P, sólo las enzimas con M6P pueden funcionar (salvo una enzima llamada glucocerebrosidasa) en el lisosoma. En estas enfermedades, el lisosoma, capta continuamente materiales, no metabolizados, por lo cual crecen. Las enfermedades por depósito lisosomal son unas 40, en cada una prevalecen ciertas alteraciones, dependiendo del tipo de material que se acumule en el lisosoma, por ejemplo, en una de estas enfermedades, llamada “Enfermedad de Gaucher”, se acumula demasiado calcio dentro de la célula, lo cual afecta a las células nerviosas provocando su muerte.


La investigación de la causa de la tartamudez se complica, pocas personas habrían podido imaginar que las alteraciones en el metabolismo de los lisosomas podrían estar detrás de la causa de la tartamudez. Se abre otro interesante campo, ya que algunas de las enfermedades por depósito lisosomal son tratadas con terapias de reemplazo enzimático.


Espero que con este aval, que nos da el New England Journal of Medicine, con los serios estudios de Drayna y sus colaboradores y con las perspectivas que nos abre la posible vía metabólica en la causa de la tartamudez, la ciencia tome este problema, que afecta al 1% de la población, en serio y podamos, en un futuro, saber si lo que hacemos lo hacemos bien.

sábado, 16 de enero de 2010

88 TARTAMUDOS TRATADOS CON PAGOCLONE. RESULTADOS

Maguire es tartamudo, también es psiquiatra e investigador. Está muy implicado en el estudio de los tratamientos farmacológicos en la tartamudez, ha publicado varios trabajos en los que se evaluaba la respuesta de diversos fármacos en la tartamudez. En alguna entrevista afirma que él mismo usa fármacos para controlar su tartamudez.

Hoy me ha llegado un trabajo cuyo título es: “Exploratory Randomized Clinical Study of Pagoclone in Persistent Developmental Stuttering: The Examining Pagoclone for persistent developmental Stuttering Study” Sus autores son, aparte del mismo Maguire, Franklin, Vatakis, Morgenshtern, Denko, Yaruss, Spotts, Davis, Davis, Fox, Soni, Blomgren, Silverman y Riley. Ha sido publicado en el Journal of Clinical Psychopharmacology: February 2010 - Volume 30 - Issue 1 - pp 48-56.

En este trabajo se evalua la seguridad, tolerabilidad y eficacia de Pagoclone durante 8 semanas de tratamiento. Es un estudio a doble ciego en el que participaron dos grupos de pacientes, que tomaron parte en el estudio EXPRESS, desarrollado entre septiembre de 2005 y mayo de 2006. A un grupo se le administró Pagoclone y a otros placebo. Se reclutaron 88 pacientes a los que se administró Pagoclone y 44 que recibieron un placebo. El estudio se realizó en 16 centros de USA. Participaron pacientes con tartamudez (tanto hombres como mujeres) y la edad de los mismos oscilaba entre los 18 y 65 años. Los sujetos incluidos en el trabajo recibieron dos dosis diarias, bien de Pagoclone o placebo. Los autores afirman que Pagoclone produjo una reducción del 19,4% promedio en porcentaje de sílabas tartamudeadas frente a un 5,1% de reducción para el placebo. Después del estudio a doble ciego se hizo un seguimiento durante un año (ya en individuos que conocían cual era su tratamiento), observándose una reducción del 40% en el porcentaje de sílabas tartamudeadas. El efecto secundario más frecuente durante el estudio a doble ciego, fue la cefalea. Pacientes con Pagoclone 12,5% frente al 6,8% los pacientes con placebo.

Los autores concluyen diciendo que: “Pagoclone fue eficaz para reducir los síntomas de la tartamudez y fue bien tolerado. A la luz de su favorable perfil de tolerabilidad, así como la consistencia de su eficacia a través de múltiples variables, Pagoclone puede ser útil como tratamiento farmacológico en la tartamudez. Limitaciones: La principal limitación de este estudio fue la adecuación del número de sujetos que participaron, porque este estudio se realizó como un estudio piloto. Además, como esta condición crece y decrece, la evaluación de la tartamudez en el entorno clínico no refleja adecuadamente la tartamudez de los pacientes dentro de la sociedad.”

viernes, 27 de noviembre de 2009

El miedo a ser descubiertos




Una de las características de la tartamudez es que se necesitan al menos dos personas para tartamudear. La tartamudez es, por lo tanto, un problema de comunicación verbal. Cuando observamos que nuestro discurso se va a ver interrumpido por un momento de tartamudez tratamos por todos los medios de evitar que esto suceda y que nuestro interlocutor pueda percibir nuestra manera de hablar. Nuestra lucha es desigual, por mucho que nos esforcemos, y siempre dependiendo del tipo y el grado de tartamudez, nuestro destino está claro: tartamudearemos.

Todos los mecanismos que nuestro cerebro pone en marcha para no tartamudear, son síntomas de tartamudez. Cuando alguien no quiere ser “descubierto” empleará interjecciones, circunloquios, silencios, hará gestos o movimientos extraños y el final será siempre el mismo: tartamudearemos.

El miedo a ser descubierto es debido al concepto que la sociedad tiene del tartamudo. En este mismo procesador de texto que estoy utilizando, he buscado los sinónimos de la palabra tartamudo, a saber:

- Entrecortado
- Azorado
- Nervioso
- Trabado
- Apabullado
- Ofuscado
- Vacilante
- Inseguro
- Dificultoso
- Premioso

Mi programa piensa todo eso de mi y me imagino que la sociedad, que es un poco más cruel, pensará cosas peores aun.

Creo que no tenemos que tener miedo a ser descubiertos, es una trampa (erróneamente defensiva) que nuestro cerebro nos pone y en la que caemos habitualmente.

La sociedad tiende a asumir que nuestra diferente manera de expresarnos es algo negativo y eso tiene que cambiar. Tendría que ser el propio tartamudo el que acepte que ser descubierto no es malo, la tartamudez es involuntaria y los esfuerzos que hacemos por no mostrarla retroalimenta nuestra tartamudez haciéndola más protagonista. Apoderémonos de nuestros miedos y dignifiquémoslos.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Para ser feliz....aceptación

Hojeando u ojeando algunos artículos sobre psiquiatría me encuentro con uno cuyo título es el siguiente: “Los pacientes crónicos que asumen su enfermedad son más felices que quienes esperan mejorar.” Se trata de un trabajo publicado en la revista Health Psychology, en el número de este mes de noviembre.

El trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Michigan en Estados Unidos demostró que los pacientes no se adaptan bien a sus problemas si creen que tienen una solución a corto plazo. Este estudio se hizo con un grupo de pacientes que tenían realizada una colostomía reciente, o sea, personas a las que se había extirpado un trozo de su intestino y tienen que defecar en una bolsa fuera de su cuerpo. Cuando salieron del quirófano les informaron, a un grupo, que su bolsa podría ser retirada en unos meses, y a otro grupo se les dijo que tendrían que seguir con la bolsa de colostomía indefinidamente.

En los siguientes seis meses, los pacientes del primer grupo se mostraron más infelices que a los del segundo grupo a los que se les comunicó que su situación es irreversible.

El director del Centro para las Ciencias de Conducta y Decisión en Medicina de la Universidad de Michigan, Peter A. Ubel, uno de los investigadores del estudio, comenta: "La esperanza es una parte de la felicidad, pero cuenta con un componente negativo: A menudo, la esperanza hace que se posponga el seguir adelante con la vida normal y eso puede interferir con la felicidad" . El segundo grupo no tenía opción a esa esperanza y se reconocían más felices porque continuaron con sus vidas, con su cotidianeidad reconociendo su problema y sabiendo con lo que tenían que convivir. Los que habían sido informados de la posible reversibilidad de su situación comparaban su vida actual con la que, hipotéticamente, podrían tener y desaprovechaban disfrutar el presente.

Para George Loewenstein del Departamento de Ciencias Sociales y de Decisión en la Universidad Carnegie Mellon, otro de los autores, estos resultados explicarían por qué los viudos y viudas, en general se adaptan mejor a su nueva situación que los divorciados (…para los que existe la posibilidad de la reconciliación).

Hace años que postulo que la mejor terapia que hay, hoy en día, para la tartamudez es la aceptación del problema, su exposición ante la familia, los amigos y la sociedad en general, comentar que tenemos un problema, que ese problema nos importa, nos limita y molesta, pero que es un problema, involuntario y, por supuesto, digno. Sé que me pongo pesado con este tema, pero es muy importante, ya que como señalan en el estudio descrito, está en juego la felicidad…nada más y nada menos que la felicidad.

Hace un año me preguntaron en un programa de televisión que si existía algún tratamiento efectivo para la tartamudez.. Mi respuesta fue inmediata, directa y tremendamente fluída…LA ACEPTACION.

viernes, 30 de octubre de 2009

FORMOTEROL Y TARTAMUDEZ

Hace unos años que cayó en mis manos un artículo checo en el que comentaban que el Formoterol podría aliviar la tartamudez. El Formoterol es un broncodilatador que está indicado en algunas enfermedades pulmonares que cursan con broncoconstricción, como puede ser el asma.

Los autores del trabajo que se publica ahora (Use of formoterol in the treatment of stuttering. A pilot study Biomed Pap Med Fac Univ Palacky Olomouc Czech Repub. 2009 Sep;153(3):199-203.T.) afirman (como hipótesis), que en la tartamudez se produce una broncoconstricción, lo cual influye negativamente en la fluidez verbal. Para corroborar su hipótesis reclutaron a 42 sujetos y les administraron Formoterol durante seis meses, primero les hicieron un test para ver su fluidez y al final del tratamiento otro, con lo que demostraron que se mejoraba de la tartamudez tras el tratamiento con Formoterol.

A mi modo de ver es un trabajo un poco exótico cuyas bases teóricas son un poco exóticas. La sintomatología de la tartamudez es muy variable y la broncoconstricción no entraba dentro de los parámetros, que yo creía, que había que tener en cuenta a la hora de evaluar una persona con tartamudez, sin embargo, muchas personas con este problema me han comentado que “notan” falta de aire y que su principal problema del habla es el control de la respiración. Es posible que los broncodilatadores puedan ayudar a manejar la tartamudez, pero creo que el Formoterol no va a ser la panacea en un problema tan complejo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Los alemanes estudian la tartamudez

En el departamento de neurología del Brain Imaging Center de la Universidad Johann Wolfgang Goethe en Frankfurt, Alemania, han realizado un estudio llamado “Cómo arregla el cerebro la tartamudez”.

En primer lugar reconocen que la tartamudez es un trastorno del desarrollo neurológico asociado con anomalías estructurales en el lóbulo frontal inferior izquierdo. Lo cual siempre es de agradecer, ya que perfila perfectamente qué es la tartamudez, o sea un trastorno neurológico con una base funcional y estructural.

Se preguntan los autores Kell C.A., Neumann K., von K., Posenenske C., von G., Euler H., Giraud A.L., por qué una tartamudez puede ser recuperable en niños y también los escasos casos en que en adultos se produce una solución de la tartamudez después de llevar muchos, a veces muchísimos, años tartamudeando. Estos autores afirman que en la tartamudez persistente se activan y especializan regiones del lóbulo contralateral, tratando de compensar las anomalías estructurales del lóbulo dañado (en este caso el izquierdo), sin que esta compensación parezca tener demasiado éxito en la recuperación de la tartamudez

En los tartamudos recuperados existe una reparación del tejido dañado en la zona orfitofrontal izquierda, en las cercanías de una región donde existen anomalías en la sustancia blanca y que se observa en las personas con tartamudez.

viernes, 15 de mayo de 2009

El MIEDO: LA INTERACCION VERBAL

El MIEDO: LA INTERACCION VERBAL

El sábado 3 de enero comencé una serie de reflexiones sobre los “miedos” que el tartamudo tiene y que muchas veces son complicados de explicar, no sólo para los normofluídos, sino para los propios tartamudos. En aquella ocasión me refería a una cuestión básica en la trayectoria de todo ser que tartamudea, el miedo a ser tartamudo, a ser realmente una persona tartamuda.

INTERACCION VERBAL
Hablar con otras personas, comunicarse verbalmente, simplemente mantener una conversación espontánea y concreta, puede suponer en una persona tartamuda un sinfín de síntomas: miedo, pánico, terror, estrés anticipatorio, ansiedad, evitaciones, síntomas vegetativos, intentos de disimulo, como son emisión de interjecciones, simulaciones (a veces es preferible parecer que se padece un problema de memoria que estrellarse contra el bloqueo o la repetición), circunloquios (cambiar la palabra o dar un rodeo para evitar la temida palabra con la que nos vamos a encontrar en un momento de tartamudez.), silencios (hasta que el bucle de nuestro bloqueo “ve” una salida razonable), etc..

Una de las características de la tartamudez, que los tartamudos conocemos bien, es la capacidad que tenemos para “ver” los que vamos a decir y cuando lo vamos a decir. Tenemos la capacidad de anticipar nuestro discurso y ver donde vamos a perder la fluidez. Anticipamos donde, cuando y como nos vamos a bloquear. En ese momento, nuestra mente, nuestro rápido cerebro, tiene que buscar alternativas. Podemos callarnos (nuestro interlocutor, entonces, pensará que nos pasa algo), podemos cambiar la palabra por otra de similar significado). Podemos acortarla, podemos cambiar el orden de las palabras, podemos comernos sílabas, podemos cambiar una letra por otra de fonética parecida, etc.. En definitiva, podemos hacer muchas cosas, antes que bloquearnos. En ese momento la tartamudez se erige, todavía más, en dueña de nuestras vidas, no sólo nos hace bloquearnos, sino que nos puede hacer parecer idiotas ante nuestros interlocutores. Parece también que los tartamudos no tenemos suerte, ya que cuando anticipamos el discurso, es muy habitual que el bloqueo aparezca en palabras que no podemos cambiar, por ejemplo en los nombres propios, bien de personas o lugares.

Una vez realizada la interacción verbal, muchas veces nos deja “un mal sabor de boca”, la ansiedad anticipatoria, la lucha por controlar los momentos de tartamudez, la angustia por no poder decir lo que queremos , cuando queremos y como queremos, produce una frustración que muchas veces se acompaña de síntomas vegetativos. Esta frustración se convierte en más ansiedad, tristeza, mal humor, malas expectativas y aislamiento.

Mención aparte merece nuestro “querido” teléfono. El teléfono es una de las mayores fuentes de incomodidad en un tartamudo. Los teléfonos, aunque últimamente hacen más cosas, es un artilugio diseñado y pensado para hablar. Para un tartamudo puede convertirse en una tortura, desde un teléfono nos puede pasar de todo. Si la persona que está al otro lado no tiene la suficiente empatía, paciencia y atención es muy posible que nos veamos colgados, burlados o incluso insultados. Con el teléfono perdemos un recurso importante: el lenguaje no verbal, que tantas veces usamos y tantas veces nos sirve.

- ¿Merece la pena tanto esfuerzo?- Se pregunta el tartamudo-

Posiblemente esta pregunta tenga contestaciones muy variadas, dependiendo del grado de tartamudez, de la personalidad de cada tartamudo, del interlocutor o interlocutora y de muchos otros parámetros que seguro que se nos escapan a la hora de analizar nuestro comportamiento. Mi personal respuesta, desde una perspectiva vital dilatada es que sí merece la pena, la interacción verbal es muy incómoda, pero supone un buen entrenamiento comunicativo y es una de las pocas esperanzas en cuanto a un tratamiento eficiente, eficaz y efectivo

viernes, 13 de marzo de 2009

Modelos anatomotopográficos de las áreas cerebrales que se activan durante la función lingüística

En la revista de neurología. 2008 DIC;47(12):653-658, se ha publicado una breve revisión bibliográfica sobre los modelos anatomotopográficos que se activan en la función lingüística. Sus autores (L.E. Ortiz-Siordia; L. Álvarez-Amador; R. González-Piña.), hacen una revisión bibliográfica de los avances en este campo con técnicas de neuroimagen, su valor reside en la síntesis o resumen que realizan de estas complejas actividades cerebrales y hacen que el complicado engranaje del lenguaje y del habla en nuestro cerebro sea un poco más comprensible.

En este trabajo comentan que, “las palabras se analizan, durante la lectura silenciosa, en ambos hemisferios occipitales, más tarde la palabra se procesa en la corteza temporal derecha, y después se realiza la integración del proceso semántico y el fonológico en áreas temporales izquierdas y en la parte inferior frontal izquierda. La comprensión de este análisis se consigue en la corteza temporal media izquierda y la activación durante los movimientos articulatorios se lleva a cabo en el giro supratemporal izquierdo y las cortezas motora y premotora izquierdas, el putamen izquierdo y parte del cerebelo en forma bilateral. El reconocimiento de la prosodia emocional ocurre en tres etapas: obtención de la información acústica en áreas del lóbulo temporal derecho, representación de secuencias acústicas en el surco temporal posterosuperior derecho y evaluación de la prosodia emocional en la corteza bilateral frontal inferior, junto con la participación de los ganglios basales en lo que respecta a la expresión emocional.”

Los autores concluyen en su trabajo que las áreas que se activan durante los procesos del lenguaje, con excepción de la prosodia emocional, está lateralizada preferentemente hacia el hemisferio izquierdo.

La importancia de este trabajo en tartamudez es que nos permite “casar” estos datos con los obtenidos en múltiples estudios de neuroimagen que, desde hace más de una década, nos han demostrado que en la tartamudez hay alteraciones funcionales y estructurales, sobre todo en el hemisferio cerebral izquierdo. La “compensación” que, en diversos análisis funcionales, se advierte en el hemisferio derecho de los tartamudos, trata de equilibrar estos déficits, por su puesto que, siempre “contra natura” y contando con las particularidades individuales de cada tartamudo y de su propia neuroplasticidad.