Uno de cada cinco niños que tartamudean, seguirá tartamudeando a lo largo de toda su vida. El índice de desaparición del problema sin que se aplique ningún tipo de tratamiento es muy alto en la tartamudez temprana, oscila entre el 75-85% (Yairi y Ambrose 1992; Yairi Ambrose y Niermann 1993 y Yairi et al 1996). En los niños que evolucionan hacia la recuperación se han visto reducciones continuas en frecuencia y la severidad del tardamudeo hasta su desaparición (Throneburg RN, Yairi E,2001). Conforme van pasando los años, menos posibilidades hay de que el niño se recupere, o sea, que si la mejoría es en los primeros meses o años después de la primera aparición del tartamudeo, las posibilidades de recuperación son mayores.
Cuando mi amigo Pedro me invitó a crear este blog me decidí a titularlo con el nombre de aquello que nos unió: "La Tartamudez". Mi profesión me rodea y es difícil dejar de ejercer "La Medicina".