
Es sabido que los tartamudos no tartamudeamos cuando leemos, hablamos, recitamos o rezamos al unísono con otras personas. El funcionamiento de los mecanismos electrónicos que se usan en el tratamiento paliativo de la tartamudez se basa en esta, otra vez paradójica, sintomatología de la tartamudez.
Entendemos por neuronas espejo a aquellas que se activan cuando una persona está realizando la misma actividad que observa en otro individuo, especialmente de su misma especie. Estas neuronas se han identificado en los seres humanos en el área de Broca, que como ya se ha dicho en otros comentarios es la zona del cerebro encargada del habla.
Este reconocimiento puede ser un estímulo para que los investigadores analicen su funcionamiento en las personas con tartamudez que, al igual que en otras enfermedades, podremos vernos beneficiados del desarrollo de esta línea de investigación.