domingo, 10 de febrero de 2008

Tartamudez basada en la evidencia (TBE)

AETSA es la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía. Esta agencia ha publicado un trabajo titulado "Resultados de los tratamientos para la tartamudez" y cuyo objetivo era comparar la eficacia de las diferentes intervenciones contra la tartamudez entre sí o frente a ninguna intervención, para lo cual sus autores (Ángela Cuerva Carvajal, Soledad Márquez Calderón y Víctor Sarmiento González-Nieto) realizaron una revisión bibliográfica sobre los tratamientos en tartamudez.

Transcribo a continuación los apartados "resultados" y "conclusiones" del trabajo.


[...Resultados: Siete estudios se ocuparon de población infantil. De ellos, cuatro ensayos valoraron el programa Lidcombe: dos frente a control,uno frente al programa de Demandas y Capacidades, y uno valoró la efectividad comparada de diferentes componentes del Programa. Otros ensayos valoraron la clonidina frente a placebo y el incremento gradual de la complejidad en el discurso con la retroalimentación demorada. El último era un estudio de cohortes que comparó el habla continuada (intensiva y en casa) con el bio-feed-back electromiográfico y con grupo control. Sólo tres de los estudios tenían algún seguimiento más allá de la intervención. Un ensayo clínico era de buena calidad y el resto de los estudios tuvieron una calidad mediana. No se han evidenciado diferencias entre los grupo de comparación en ninguna de las variables medidas, salvo una mejora en el porcentaje de sílabas tartamudeadas con el Programa Lidcombe en uno de los dos estudios que lo comparaban con un grupo control. Además se vio esa tendencia en el otro estudio sobre esta misma comparación aunque no se alcanzó significación estadística. Igualmente, en ninguna comparación entre intervenciones entre sí se han encontrado diferencias. No puede descartarse que la falta de diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de comparación pueda ser realmente debida a la falta de poder estadístico de los estudios. Seis estudios analizaban población adulta: un ensayo de Olanzapina frente a placebo de mediana calidad y cinco estudios observacionales sin grupo control. Estos analizaban cuatro intervenciones de reeducación del habla: habla continuada, Programa de precisión de la fluidez, Programa Camperdown y Programa de comprensión del tartamudeo. Los resultados con la olanzapina fueron mejores que con placebo, pero sólo se evaluaron a corto plazo. El resto de las intervenciones se valoraron en estudios sin grupo control. En ellos se describían mejoras del tartamudeo (en variables objetivas y subjetivas). Dichas mejoras se mostraban tras la intervención, pero disminuyeron durante los seguimientos.

Conclusiones: No se han encontrado intervenciones para la tartamudez claramente eficaces en términos de resultados relacionados objetiva o subjetivamente con el habla. Al tener todos los estudios un bajo poder estadístico, por su pequeño tamaño muestral, así como problemas de validez interna se podrían estar dejando de detectar efectos realmente existentes. En niños, hay dos estudios que comparan el Programa Lidcombe frente a control, uno de ellos muestra mejoría en el porcentaje de sílabas tartamudeadas tras la intervención y en el otro se observa unatendencia a mejores resultados con el programa, si bien estas diferencias no alcanzaron significación estadística. El resto de estudios con comparaciones entre distintas intervenciones no arrojaron diferencias claras a favor de una u otra. En adultos, la Olanzapina resultó superior al placebo, en el único estudio con grupo control encontrado. Los estudios singrupo control mostraron mejoras del tartamudeo que no se mantuvieron hasta el final de los seguimientos y los resultados de estos estudios no pueden ser asumidos por su debilidad metodológica. No se han hallado estudios con resultados sobre el impacto de la tartamudez en la vida de los individuos....]

Hace años que busco una revisión de este tipo, por fin la he encontrado y los resultados son los que me temía. Los tratamientos que hoy en día tenemos para la tartamudez son poco eficaces, no están debidamente contrastados y no demuestran apenas nada. No obstante hay muchos profesionales que están tratando y la mayoría cobrando por ello. No creo que haya mala intención en ellos, pero sí una falta de conocimiento, de estudio y de criterio científico.

La tartamudez y los tartamudos tenemos la necesidad y el derecho a que los tratamientos que nos aplican estén basados en evidencias. También tenemos la necesidad y el derecho a que los trabajos realizados reunan unos mínimos de calidad. Es una pena , pero en tartamudez se publica poco y malo. Esta revisión es una excepción. Me alegro haberla encontrado porque trata el tema con rigurosidad y por tratarse de un trabajo español que, aunque no aporta novedades, pone a cada uno en su sitio.